
¿Cómo funciona una caja de dirección?
El volante del vehículo es el componente principal del sistema de dirección que puede ser manipulado directamente por el conductor. Está conectado a la columna de dirección, la cual tiene la función de transmitir el movimiento del volante hacia la caja de dirección.
En el pasado, las columnas de dirección solían ser rígidas y representaban un riesgo considerable en caso de colisión frontal. Sin embargo, en la actualidad, con el objetivo de mejorar la seguridad, la mayoría de estas columnas están compuestas por varias articulaciones y son diseñadas para deformarse en caso de impacto.
La columna de dirección termina en la caja de dirección, encargada de transformar el movimiento rotativo en un movimiento longitudinal. Esto se logra mediante un brazo de mando conectado a la salida de la caja. El brazo de mando permite, por ejemplo, reducir el ángulo de giro de las ruedas en relación al giro completo del volante (360º). La caja de dirección también proporciona una progresividad en los giros, de manera que a medida que se gira el volante, las ruedas responden de forma proporcional.
Además, la caja de dirección ofrece una característica conocida como dirección irreversible. Esto significa que los movimientos del volante se transmiten fácilmente a las ruedas, pero no ocurre lo contrario. Esta cualidad es fundamental para asegurar una respuesta precisa y segura en la dirección del vehículo.