¿Qué es el fuelle de transmisión y qué averías provoca?

Reparar fuelle de transmisión

El buen funcionamiento de un vehículo depende de todas y cada una de sus piezas, incluso de las más pequeñas o simples, como es el caso del fuelle de transmisión. En el post de hoy te vamos a contar qué es este fuelle, por qué es importante para tu coche y las averías que puede provocar.

¿Qué es el fuelle de transmisión?

El fuelle de transmisión, también conocido como guardapolvos de transmisión, como su propio nombre indica, es un protector de goma que recubre las juntas homocinéticas y el diferencial, ayudando a proteger la transmisión de agentes externos como polvo, tierra o agua. Esta protección se consigue mediante la grasa que la lubrica en su interior, ya que si no fuera de esta forma, el fuelle se romperían y esto causaría daños en los elementos de la transmisión.

¿Qué pasa si se rompe el fuelle de transmisión?

La rotura del fuelle de transmisión, ya sea total o parcial, provocará que se escape el lubricante y que entre suciedad en el interior de la junta homocinética. Si el problema persiste y no se le da ninguna solución, la junta homocinética terminará partiéndose, provocando que el palier se doble y se dañe por completo el diferencial. 

¿Cómo saber si el fuelle de transmisión está roto?

En primer lugar, se debería observar visualmente el estado de los fuelles de transmisión. Es importante tener en cuenta que los fuelles se encuentran situados en las ruedas motrices, ya sean delanteras, enteras, o las cuatro. 

Comprobarlos uno mismo es tarea fácil, ya que los fuelles de transmisión están situados junto a la rueda. El síntoma principal de rotura es la presencia de manchas de grasa en el suelo o en el interior de la llanta del coche. Además, si al girar las ruedas escuchamos un ruido continuo y seco mientras conducimos, es porque la junta o el palier se han estropeado y se está produciendo un roce no deseado. 

¿Qué averías provoca el fuelle de transmisión?

Un fallo en el fuelle de transmisión puede provocar la pérdida de tracción y control del coche, ya que a medida que las juntas homocinéticas se desgastan debido a la falta de lubricación o la suciedad, la tracción y el control del vehículo pueden verse comprometidos. Esto puede afectar a la capacidad del vehículo para acelerar, mantener la velocidad en curvas y mantener un rendimiento óptimo en condiciones de tracción limitada.

Por todo esto, es importante controlar el estado de los fuelles de transmisión y mantenerlos en buen estado, ya que son piezas pequeñas y baratas, pero que si no se cuidan pueden producir averías más graves y costosas. Además, te recomendamos comprobar los fuelles de transmisión al menos una vez al año.

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